Una investigación de The New York Times revela que las FFAA y la PNP utilizaron armas letales contra manifestantes desarmados durante las protestas que iniciaron en diciembre del 2022 exigiendo la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el adelanto de elecciones generales y una nueva constitución.
Los expertos consultados por el reconocido medio norteamericano califican como "fuerza excesiva, lo que incluye accionar de escopetas con munición letal y disparar rifles de asalto contra los manifestantes que huían, así como ocasionar la muerte de personas desarmadas que estaban a cientos de metros de distancia".
De los 48 civiles fallecidos y más de 970 heridos, registrados por la Defensoría del Pueblo, New York Times reveló que la mayoría de las muertes fueron causadas por municiones letales de armas de fuego. El periódico llegó a esta conclusión luego de analizar cientos de videos e imágenes, informes de autopsias y balística y de conversar con testigos y expertos.
La investigación puso especial énfasis a los detalles de ocho muertes ocurridas entre diciembre y enero en las ciudades de Ayacucho, Juliaca y Macusani. A través de estos análisis logró mostrar que los militares y la policía "utilizaron tácticas letales, a menudo en aparente violación de sus propios protocolos, que estipulan el uso de fuerza razonable y proporcional al responder a disturbios civiles". Tampoco se encontró pruebas de que las armas caseras portadas por algunos manifestantes causaran muertes de civiles.
The New York Times tuvo acceso a un registro militar de las armas entregadas a los soldados destacados en Ayacucho que confirma que más de 80 efectivos recibieron fusiles Galil el día un grupo de soldados acudió al aeropuerto local para desalojar a los manifestantes que se encontraban ahí. "A medida que más manifestantes intentaban tomar el aeropuerto de nuevo, las imágenes muestran a los soldados haciendo que retrocedan y persiguiéndoles hasta las calles residenciales adyacentes, mientras disparaban de manera indiscriminada en dirección a los civiles que huían", se lee en el reporte.
En ese sentido, el medio estadounidense dejó constancia que el Ministerio de Defensa de Perú no ha respondió a las solicitudes de información sobre estos dos casos concretos, pero dijo en un comunicado el 16 de diciembre que su personal había sido atacado en el aeropuerto con “objetos contundentes, explosivos y armas de fuego artesanales”. Relato que es rebatido por el mismo medio ya que no encontró indicios de que los manifestantes portaran armas.
Las imágenes, documentos y testimonios recogidos por The New York Times de lo ocurrido en Juliaca, donde fallecieron 18 civiles en el intento de toma del aeropuerto local, revela "que los agentes policiales que estaban en la primera línea fueron responsables de la mayoría de las personas heridas de bala y fallecidas".
El medio, en consulta con expertos en armamento, pudo identificar los tipos de armas de fuego que usaban los oficiales de policía y los militares ese día, y las municiones que dispararon. Según el informe de la autopsia de uno de los fallecidos, el cuerpo presenta heridas en el corazón y pulmones producidas por una munición letal que suelen disparar las escopetas calibre 12. También se presume el uso de fusiles de asalto Kalashnikov usados por los efectivos policiales.
Asimismo se resalta que esa táctica viola los protocolos de la policía peruana, que establecen que ante manifestantes que lanzan objetos contundentes como piedras, los agentes deben usar balas de goma, apuntar a las extremidades inferiores y disparar a una distancia no inferior a los 35 metros.
El 18 de enero último, otros dos manifestantes murieron por disparos mientras cientos de personas se concentraban en Macusani, una ciudad al sur de Perú. Los disparos que los mataron fueron efectuados por un agente con un fusil de asalto Kalashnikov contra los manifestantes que estaban en un cerro. "Una transmisión en directo de una hora de duración desde el exterior de la comisaría capta disparos repetidos desde la entrada del edificio. Los agentes también disparaban desde el techo de la comisaría", se lee en el reporte.
Dos expertos del audio del video que captó el asesionato a los manifestantes, coincidieron en que los disparos podrían haberse realizado desde el interior de la comisaria de Macusani. "Robert C. Maher, experto en acústica de disparos de la Universidad Estatal de Montana en Bozeman, dijo que el sonido de los disparos era coherente con disparos de rifle dirigidos en la dirección general de los manifestantes. Steven Beck, exasesor de acústica del FBI, dijo que la distancia del tirador coincidía con la ubicación de la comisaría", señala el reportaje.